Que no tengamos idea de cómo pagar tanta
felicidad, que el sentido de nuestra vida sea lo que nos dé verdadera alegría,
que estemos satisfechos por lo que hacemos. Eso que nos motive y que sea todos
los días de nuestra vida, que veamos la verdadera importancia de vivir, que
seamos conscientes de que solo es una, que nunca vamos a vivir
dos veces en una misma fecha; que no importa si nos equivocamos, para eso es la
vida. Conocer lo malo para apreciar lo bueno.
Muchas veces lo que no nos deja avanzar en
eso que tanto nos gusta es el temor a dejar la rutina, renunciar a la costumbre
o desapegarnos de algo y puede ser lo más difícil para nosotros. Pero no
tenemos por qué avergonzarnos o asustarnos a hacer cosas nuevas
o diferentes, lo importante es empezar, el momento en que
decidamos intentarlo será el tiempo indicado para hacer esos cambios.
Yo pondría mi sueño en práctica, desde
hoy. Por qué mientras espero, pasa el tiempo; que es lo más valioso que cada
uno de nosotros podría tener, se van las horas, los días, las semanas y cuando
vamos a ver; se nos fue la vida.
Inspirémonos en lo que anhelamos, hacemos,
sentimos y pensamos, convenzámonos de hacerlo y merecerlo; eso muestra nuestra
esencia y energía. Por qué sólo podemos ofrecer lo que somos.
¿Por qué no pensar en que es lo que nos
hace feliz?, que mejor que concentrarnos en nosotros, que mejor premio que
identificarnos a nosotros mismos, que nos amemos, que soñemos, que nos
perdonemos y sobre todo que nos reconozcamos. Disfrutar cada proceso que sea
necesario para avanzar, todo es diferente cuando solo lo pensamos hasta cuando
lo creamos.
Aportemos siempre lo mejor de
nosotros y aprovechemos cada momento, qué bueno que todos
nos dedicáramos a lo que verdaderamente nos gusta sin pensar en
cuanto vamos a ganar, en que nos vamos a beneficiar. El mejor
pago sin duda alguna es sentir gratitud por hacer lo que nos da esa felicidad.
Sentido de vida.
¿Por qué no pensar en la muerte de la
mejor manera?
Para ponernos nuestra mejor ropa, para que
perdonemos, para no enojarnos por detalles insignificantes, para ayudar, para
amar.
Siempre es necesario saber qué es lo malo
para apreciar o disfrutar lo bueno.
- De
cómo sufriste pero lo lograste, de cuánto tiempo tardaste estudiando pero
te graduaste, que vamos a morir pero estamos vivos, porque no aprovechar que
estamos vivos para sonreír, para cantar, para comer, para expresarnos de todas
las formas posibles, de hacerle saber a tu familia cuánto la amas, de
renunciar al trabajo que no te gusta, de hacer lo que te apasiona, sin
avergonzarnos por lo que somos.
Para no enojarnos, para ser pacientes,
para ser honestos, para ser mejores. De
valorarnos y valorar a quienes nos rodean, de aprovechar el tiempo, las cosas
que tenemos, la naturaleza, la vida.
Decir lo que pensamos, demostrar lo que sentimos, reírnos solos, ¿porque nos
interesa tanto el qué dirán?, ¿acaso tenemos otro día u otra oportunidad
para hacerlo? Siempre estamos tan confiados de que después lo hacemos,
después le decimos, después lo hago, después viajo, después. La vida solo es
una y puede dejar de ser vida en un segundo, somos conscientes de que algún día
no estará, pero nunca estaríamos preparados para dejarla. ¿Porque entonces no
ser buenos?, ¿porque no amar?, ¿porque no perdonar?, ¿porque no llorar?,
¿Porque no vivir?
Lo que verdaderamente importa.
Todas las personas tenemos un fin con los
demás, y siempre será brindarle momentos agradables. Experiencias que realmente
tengan un significado, ratos que te den vida y que te hagan sentir plena, que
te den felicidad.
Cómo me dice alguien que amo y admiro con
el alma, "el placer está en dar". No sólo se habla de cosas
materiales, se habla de todo lo que le puedas ofrecer a alguien para que se
sienta mejor, para que aprendan, para que hagamos el mundo de ellos diferente.
Al ver a los demás sonreír, el ver que disfrutan, que juegan, que agradecen.
Y absolutamente todos en el mundo
necesitamos de estos momentos y sin duda alguna todos queremos y merecemos
amor, ¡esto mueve el mundo! Demos más, abrasemos más, besemos más,
compartamos más. No hay nadie inmune a sentir y menos a querer sentirse amado,
¿porque no compartimos todo lo bueno que tenemos por dar?; y más a quien se le
dificulta expresarse, de esta manera les demostramos que es muy fácil hacer
sentir bien al otro, tener empatía con los demás.
Que tan grande e inexplicable es el amor,
para mí y para muchas personas, lo es todo! el amor al trabajo, a tus amigos, a
los animales, a ti, a tu familia. Amar con inteligencia, con el alma, con tu
ser. Por el amor todo puede ser posible y es tan linda esa sensación, saber que
amas a alguien y que te aman.
Todos merecemos ser amados, creo que es
algo que todos debemos sentir por todo, el amor te da miles de valores,
enseñanzas, estabilidad, respeto, fuerza, este sentimiento puede representar
cada uno de los valores y las emociones que causa cada una de estas. Sentir que
amamos con un verdadero sentido, con una sensación difícil de entender.
Querer amar, querer que te amen, amar los
momentos más complejos de entender. Así como el cielo que siempre nos muestra
que tan grande son las creaciones naturales y que entre esas creaciones estamos
nosotros, ahí tan pequeños y todo lo que podemos causar en efecto sobre
esta, que podemos ser más o igual de inmensos, de reflejar tanto, que no
sepamos medir cuanto damos.
Creo que no hay nada más hermoso e
inspirador que el cielo, además tiene la especialidad de brindarnos una
estabilidad emocional. Como la sensación de estar pleno y que bien se siente la
paz, sentirse tranquilo. Tener siempre claro que todo tiene solución; cuál sea
la situación que se pueda tomar con calma y que no afecte tu alma ni mente. Que
tengas toda la confianza de que tu reacción amena hará las cosas más fáciles.
Entender que cualquier cosa puede pasar y
que debemos estar tan conectados con nosotros mismos, estar concentrados a
nuestra intuición, a nuestras necesidades. Para entender por qué pasan las
cosas o cómo podemos evitarlas.
La
vida se hace tan bella cuando entendemos que la tranquilidad no tiene
precio; que solo importa lo que vives, lo que disfrutas, lo que valoras,
que no importa el pasado, ni el futuro. Que importa tu presente, tú ahora. Cuando
estás pleno tienes buenos amigos, buena familia, buenos compañeros, tienes
una buena vida, amas más. ¡Eres más feliz!
Sara Brome.